El calor llega
Publicado el 15/06/2007
El calor parece que llega. En París nunca se sabe. Mañana puede empezar una ola de calor como hace dos días el agua arrasaba jardines, ciudades. La lluvia arrancaba las ramas de los árboles acabando con la vida de algún transeúnte como mañana el calor sofocará a otros hasta la muerte.
El calor, el derroche de energía del fuego solar que en ocho minutos luz nos despierta, nos inunda, nos aniquila. El Sol, nuestra única estrella, nuestro único consuelo, nuestro único dios. De Él nos viene el mensaje, de Él la salvación.
El calor, enorme vacío repleto, magno magma en el que nuestras certitudes dejan de serlo, se difuminan, se eclipsan. El pensamiento se evapora, la piel toma el relevo: pensamiento físico, táctil, dúctil. El calor, eterna fuente de vida que la aniquila, la reseca, la hunde en su propio entusiasmo malsano.
El calor parece que llega, a París.