Suddenly

Andreu Abuín
Publicado el 2/10/2007

Y todo cambió de color.
Y la temperatura subió, de repente, suddenly.
Y la atmósfera enrareció, de golpe.

El cielo se abrió, de repente.
Y bajaron unos seres extraños con alas, creo, con ojos en las alas, maybe, y todo lo veían, me parece.

Las aguas se abrieron, también, suddenly.
De ellas subieron los otros, con escamas por todo el cuerpo, creo que rojas, me parece.

Los bosques se abrieron irreversiblemente, suddenly.
Muchos corrieron, recorrieron el espacio a toda velocidad, quickly.
Muchos seres pequeños e incorpóreos abarrotaron lo poco que quedaba de atmósfera, de golpe.

Y el desierto se abrió de repente, suddenly.
Y de allí surgieron todos los animales de la tierra, como quietos se movían lo más fast posible, como inmóviles.

Y todo aconteció así, suddenly, como en el acto.
Justo cuando todo el mundo pensaba que no podía ser, que el tiempo ya había cogido una dinámica en la que no podía ser, así, de repente, suddenly.
Y todo pareció como de broma.
Y algunos miraban atónitos, pero sonriendo, naives.
Y otros reían a carcajadas, incluso.

Ficción

    Brooklyn

    Andreu Abuín
    Publicado el 21/09/2007

    El mundo parece más blando ahora, el tiempo se aplasta.
    Ahora los días fluyen como nunca antes, vuelven a hacerlo como siempre.

    En ese fluir me puedo tumbar y esperar tranquilo.
    El mismo espacio que pasa me masajea la espalda y las nalgas.
    Lo siento ligero y fresco como un destello en el agua.
    A veces pardo y pequeño como un otoño que llega.

    La vida es elástica y ahora se estira suavemente.
    Brooklyn, mi casa, he vuelto ahora, te estaba esperando.

    Ficción

      En el metro

      Andreu Abuín
      Publicado el 14/09/2007

      En el metro, cada cual guarda el misterio en su interior.
      Como un pecado exquisito y etéreo inconfesable.

      Es tan profundo que a veces hace daño.
      Tan obvio que parece como que no se ve.
      Tan evidente que pasamos a través.
      Tan cierto que ciega.

      Cada uno, sentado lo sabe.
      Lo sabe sin saber que el otro, a su lado, lo oculta.
      De pie, una supone haberlo captado por un instante
      ¿O era...?

      Éste mira a través de las ventanas las paredes del túnel.
      No, mira más allá.
      Cree haber visto. Un día.
      O quizá dos.
      ¿O era su casa?
      ¿O era el coche?

      Áquella duerme.
      Y mientras duerme sueña, y parece que sonríe.
      El gran vacío rellena los agujeros de su cuerpo como hace años lo hacía la fascinación por la nueva realidad que era la vida de ahora.
      Se despierta.
      Cree que ya ha llegado.
      No.

      Ficción
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      Peúltima

      Andreu Abuín
      Publicado el 12/08/2007

      Penúltima noche en París, en una péniche, chalana en castellano.
      Un nuevo inicio para dentro de unas horas; nada importante, nada definitivo; los inicios se suceden como las vidas, inevitablemente.

      Penúltima noche en París, con excitación compartida entre lo nuevo y lo anterior.
      Naceré otra vez para volver a morir, ya veremos cuando.

      Penúltima noche en París, nada es más relativo, más incierto.
      Me espera la posibilidad de lo desconocido, de lo impreciso de un destino que no acaba de encajar, como siempre.

      Penúltima noche de lo que podría significar algo si me muevo.
      Si París significa algo, Nueva York significa todo: todo lo que me debo a mí mismo, si es que significo algo.

      Penúltima noche en París, chalana de una red de suspiros.

      Ficción
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      A dos días

      Andreu Abuín
      Publicado el 11/08/2007

      Sólo quedan dos días para ir a Nueva York.
      La tensión aparece en el momento más inesperado, por sorpresa.

      No tardaré en quedarme dormido.
      Un mosquito, con muy mala leche, me ha picado en el pie izquierdo.

      Todo va bien.
      He recogido minuciosamente el apartamento y lo he puesto todo en baúles que han venido a recoger esta mañana.

      Acabo de tomar un somnífero.
      Son las cinco menos cinco.

      Ficción

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