Je sais que tu sais que je sais
Publicado el 6/03/2012
Leo en tu blog sobre la inevitable tristeza.
Todavía mantienes la foto de mi traición: monumento fúnebre y kitsch.
Todavía me llamas en silencio. Es como antes.
Sigues aquí en cualquier momento: 'hoy podría...', 'no necesit...', 'y ahora qué harí...'
La vida se terrebiliza. El presente se descompone en pequeñas secuencias articuladas como los artrópodos: 'no lo sabí...'
Sigues ahí, ahí en el fondo, en la base, en la raíz de la solución de mi eterno dilema: 'ya estabas ante...'
El planeta entero se descompone en cubos que se dispersan en el espacio lentamente, en un segundo infinito.
Todo ha adquirido un tono sombrío como si una nave inconmensurable se interpusiera entre el sol y lo que queda aquí abajo.
El día está formado por pedazos de realidad cada vez peor unidos.
Cada vez dejan ver con más claridad a través: 'yo lo he querid...'
Suelo sentir tu semipresencia y el silencio de tus palabras, como una nana.
Nada de ti se me escapa, incluso tu ausencia.